lunes, 13 de diciembre de 2010

Roleando

Un estúpido juego de palabras. Rol. Rolling. Es decir, rodando. Como en una peli.
O a lo mejor no es tan estúpido. Porque ¿qué harías si estuvieras en una película y tú fueras el protagonista? Pues eso es el rol. Manejar un personaje ante situaciones que te va narrando el director, en este caso director de juego o master.


Nada de katanas u otras armas de matar. Nada de asesinatos macabro. Hoy no se lleva eso, está demodé. Los jugadores de rol ya se cansaron del asesinato no selectivo. Todo eso ha quedado como parte de la cultura de leyendas urbanas. Como los cocodrilos albinos de las alcantarillas de Nueva York. Sin contrastar pero omnipresentes. Y como siempre, parece más interesante y puede que hasta divertido, la leyenda que la realidad que se esconde detrás.

La realidad que se esconde detrás no es la misma actualmente que cuando empezó todo esto. Sin meterme profundamente en el asunto (especialmente por miedo a meter la zarpa hasta el fondo), puedo afirmar y afirmo que el precursor de este fenómeno fue un juego llamado Dragones y mazmorras. D&D. Hoy en día, este juego se ha superado, pero creo que es posible afirmar que aún no ha quedado obsoleto, pues los jugadores de rol lo guardan cual tesoro. Tampoco es para menos, ya que estamos hablando de la razón de ser de un jugador de rol, el motivo por el que directa o indirectamente se convirtió en esa especie de ser. Lo haya jugado o no, porque sin D&D no estaría jugando a rol. Pero ya me pierdo. La realidad original de la que hablaba no se trata más que de un grupo de gente reunida alrededor de una mesa interpretando un personaje que han escogido (D&D es un juego de temática fantástica, con lo que podrían elegir entre diferentes razas como humano, orco, elfo, mediano con distintas profesiones como pueden ser guerrero, mago, ladrón... como referencia para los mundanos, podríamos encontrar el Señor de los anillos, que nos llevaría al dilema del huevo y la gallina. ¿Qué fue antes?) y al que le han apuntado una serie de características (con las que se podría pretender clasificar a una persona: fuerza, inteligencia, sabiduría, carisma, destreza...) , unas habilidades... Han definido el personaje que quieren interpretar mediante una serie de parámetros calculados por puntos. Se han puesto a jugar, lo que consiste en interpretar dichas situaciones que narra el master y tiran dados para decidir el éxito o el fracaso de las acciones a las que tienen que enfrentarse, que dependen de su habilidad (calculada mediante los parámetros calculados). Vamos, que se trata de una película que interpretan ellos mismos, sujeta a una serie de reglas. Nada satánico. O raro. Hasta que echas un vistazo a esos primeros jugadores de rol. Donde tampoco te vas a encontrar nada satánico, posiblemente. Pero durante mucho tiempo, el jugador "base" ha sido hombre, metido en la treintena o llegando a ella, vestido de negro, con tendencias contraculturales. Pero sobre todo, eran gente no del todo social. Entre la que se podía encontrar de todo. Simples raritos, nerds o frikis. Pero también alguna que otra oveja verdaderamente descarriada de la sociedad. Esa gente que le ha dado mala fama al rol. Los que han matado, asesinado, torturado o violado (o que se yo) y o bien ellos mismos o bien los medios de comunicación le han echado la culpa a otro. En este caso al rol. Que siempre es más fácil. Porque al fin y al cabo, es algo exótico. Algo que no entiende mucha gente. Pero no han sido más que la excepción. Puesto que realmente no es un juego violento. ¿Lo es el parchís? ¿No? ¡Pero alguien puede matar a decenas de personas porque el tipo de la ficha amarilla le comió dos de las suyas y ahora los chinos le recuerdan eso!

Pues igual de absurdo. Ambos pueden considerarse en esa etapa juegos de mesa. Aunque los juegos de rol han evolucionado, tal y como he explicado. Tanto en el tipo de jugador, que se ha vuelto algo más heterogéneo (como ha sucedido, por ejemplo, con los videojuegos); como en la forma de juego. Como ha sucedido con el parchís. Ay, no...
Ahora, el perfil del jugador ha evolucionado. No sólo es el "rarito". Lo que hasta hace poco era impensable, ¡mujeres jugando a rol! (Lo que me hace pensar en un próximo artículo), gente sin problemas de socialización, o profesionales de diferentes ámbitos que en su tiempo libre libran (quería ponerlo así en redundante) batallas épicas. Aunque algunas costumbres nunca mueren y se seguirán viendo camisetas negras, pelos largos y música heavy tanto en partidas como en convenciones de rol. Lo asimilaba a los videojuegos, porque hasta hace poco, su público objetivo era bastante similar. Hombres adolescentes (física o mentalmente) con poca capacidad de socializar. Mal vistos. Pero no hay más que echar un vistazo a los actuales anuncios de televisión sobre consolas y videojuegos. La wii ha sido posiblemente la primera consola que ha buscado otro público. Adultos, mujeres. Lo que sea. Un nuevo mercado. Luego se han tirado de cabeza el resto de plataformas con diferentes juegos, adaptados a los gustos del nuevo y goloso mercado. La tarta se ha vuelto más grande, ya no se van a quedar con hambre. Pues lo mismo pasa con los juegos de rol. Las temáticas de los juegos han cambiado. Ya no sólo es fantasía medieval (D&D). Ahora podemos encontrar hasta un juego de rol de Barbie (ahora no encuentro un enlace, pero si alguien lo encuentra, que me lo pase). Y todo o casi todo el espectro intermedio queda cubierto.

Respecto a las formas de juego "evolucionadas". Pues también podemos hablar de videojuegos. Ambas se han fusionado. Creando los juegos de rol online. Aunque esto escapa de mi actual "jurisprudencia" (además de que es un tema discutido). Pero sobre todo, me interesaba mencionar una de las formas evolucionadas de los juegos de rol. El rol en vivo. Es como llevar el rol tradicional a su formato más teatrero. Muchas veces, dejando reglas y herramientas por el camino (dados o características numeradas) en pos de la narratividad. El jugador se involucra más en el personaje. Tratas de entenderlo,a ctúas como si fueras él. Pero dentro de ese contexto. Porque el jugador de rol sano, sabe quién es él y dónde está la frontera con su personaje. Suponer lo contrario es afirmar que un actor siempre se cree su personaje y actúa como tal fuera de los rodajes. Con el rol pasa lo mismo. Y como en el cine, una muerte narrativa, es simulada, no son de las de verdad de la buena. Que si no, como en cine, nos quedaríamos sin actores.

Rol, rol, rol, rol, rol, rol. Es la palabra que más se ha repetido en este artículo. ¿Pero he conseguido explicar un "fenómeno" que me parece interesante? Ahora, puedo prometer y promete un futuro artículo que relacione rol y mujeres. A la espera de ello, au revoir.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

De oca en oca

Parecía que algo me urge a opinar, a volver a escribir. Y es que ya tengo una entrada en el horno, ésta. Además de la regularidad prometida, este fin de semana/puente ha estallado un tema estrella. Parece que algo me obliga a opinar de ello, parece que no pue
do dejar sin opinar el tema del que todo el mundo ha hablado. De los controladores aéreos. Pero se han dicho tantas cosas ya... Me encuentro otra vez con que no
tengo mucho
que aportar. Desde luego, nada nuevo. Sólo puedo subrayar, con bastante estupor por cierto, cómo un grupo ha conseguido ganarse el odio de toda una población. Y ésa es la verdadera razón de porqué lo han hecho todo mal.


Y como ya está todo dicho, he pensado... ¿de qué puedo hablar yo? Miro por la ventana y veo muchas luces. Brillantes. Parpadeantes. No, no me he vuelto loca. Es mucho más sencillo. Se acercan peligrosamente las Navidades. Rojo, dorado y luces. Y muchos regalos. Ése es el resumen. Ah, y me acaban de confirmar que me olvidaba de algo. Cenas. Las cenas de Navidad que aparecen como setas. Cuando empiezas a dejar la niñez atrás, te empiezas a preguntar, ¿pero esta de la Navidad tiene sentido? Para mi la respuesta a esa pregunta varía de año en año. Para mi uno religioso nunca lo ha tenido y está bastante claro que para la sociedad ya tampoco. Y no olvidemos que realmente la Navidad tiene un significado mucho más pagano y más antiguo que el que le dió la religión cristiana. Pero a lo que iba. ¿Tiene sentido seguir celebrándola?

Aparentemente si hay niños en la familia sí. ¿De verdad? ¿Se cree en algo? Aunque no sea más que en pasar un tiempo agradable en familia. Y eso que dicen que acaba siendo la época perfecta para reabrir o inagurar semillas de odio interfamiliar. Seguramente apoyado por ese argumento que es el alcohol. Desinhibe. Sí. Para lo bueno y para lo malo.

¿Y los regalos? Vuelvo a encontrarme perdida ante esta pregunta. Me encanta hacer regalos. Acertar. Ver la cara de felicidad de quien los recibe (cuando aciertas claro). Pero personalmente aborrezco hacer regalos por obligación, porque me bloqueo.

Así que, abro debate.

Para la próxima, una serie de reflexiones sobre algo llamado rol.