sábado, 10 de diciembre de 2011

Una historia incompleta

Como otras muchas que pululan por mi vida, esta historia está incompleta. Sucedió el viernes pasado (día 2 de diciembre) cuando iba a Salamanca en autobús. Si doy tantos datos, es porque me gustaría, que si alguien conoce el final de la historia, me lo haga llegar.

El eurobus tiene una parada obligatoria de media hora en la estación de autobuses de Valladolid. Allí, el conductor nos pidió a todos que bajáramos del bus, que nadie podía quedarse. Había una chica con Síndrome de Down a la que había acompañado hasta el asiento lo que supusimos que era una monitora. Al conductor le dijo que la chica iba hasta Salamanca y después de despedirla, la monitora se bajó. En la parada obligatoria de Valladolid, ella (igual que el resto de nosotros) tuvo que bajarse del autobús y el chófer le pidió que se quedara media hora sentada allí delante. Yo la vi sentarse en el banco, con su coleta, su mochila rosa con una muñeca y su abrigo beis.

Después de esa media hora, nos damos cuenta (no sé quien fue el primero ni quien empezó a preguntar) de que la chica no estaba. Le preguntamos a la compañera de asiento, que era una china que además no sabía hablar muy bien el castellano. Nadie la ha vuelto a ver. Estaba sentada y luego había desaparecido de allí. Los viajeros y el chófer empiezan a buscarla. No está en la cafetería, no está en la zona de tiendas y no está en los baños. Tampoco en los andenes. No aparece por ninguna parte. Dudamos si ha podido coger otro autobús. Al final, otra de las pasajeras cuya lengua materna es el inglés se comunica con la china. Ella le dice que cuando estaban sentadas en el banco, un señor se ha acercado a la chica y se ha ido con ella, de la mano. Ante la insistencia de las preguntas dice que solo recuerda que era un señor con el pelo gris y que le pareció su abuelo. No le había dado mayor importancia al asunto, no la conocía y supuso que se tenía que bajar allí. En ese momento se oyó algún insulto un tanto xenófobo (una puta china tenía que ser...).

Los vió alejarse andando por el andén. El chófer pregunta a la gente que queda por los andenes (la mayoría de los autobuses ya se han ido) y un hombre que andaba pidiendo por allí le dice que suele venir un autobús especial a recoger gente con síndrome de Down, que a lo mejor se ha ido en ese autobús. Llamamos a la policía. Viene un secreta, nos hace preguntas, aunque en buen tono. La verdad es que tampoco parece muy preocupado, "esta gente con síndrome de Down es muy independiente"...

No la encuentran. Llaman a varios autobuses, por si acaso. Pero nada. Al menos, de momento. Y nosotros nos vamos, con una hora de retraso, pero sin noticias de la chica.

A mi, al menos, me queda mal cuerpo. Espero, que no tenga un final trágico. Me consuelan diciendo que si así fuera, hubiera salido en las noticias. Yo no lo sé. Solo sigo esperando que no fuera un final trágico.

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